Rentabilidad razonable y sostenida en el tiempo, entre el 12% y el 15% anual en dólares. Sin fluctuaciones por la volatilidad de los mercados financieros locales e internacionales. Por cada dólar invertido, al cabo de 10 años se perciben entre 3 y 5 dólares al momento de la tala rasa. Al no tener correlación con otras inversiones la serie histórica del precio de la madera tiene un comportamiento independiente. Además tiene una tendencia creciente en los últimos 100 años.
Es una inversión que siempre crece, hoy es más que ayer y mañana va a ser más que hoy. El crecimiento biológico es permanente. El ciclo óptimo de maduración es de 10 años y la especie, eucaliptos grandis, tiene un rendimiento calculado de tres ciclos biológicos (por sus dos rebrotes). Este crecimiento puede absorber cualquier fluctuación de precio, ya que es posible retrasar el momento de corte y esa espera, a diferencia de otras inversiones depreciables, se transforma en ganancia.
La demanda supera la oferta, es decir, se consume más madera de la que se planta. La tasa de deforestación aumenta, lo que implica un efecto favorable en el precio futuro.
Ventajas Comparativas
Una de las principales fortalezas del Sector Forestal Argentino es la velocidad de crecimiento de las plantaciones, que duplica el promedio de los principales países competidores, disminuyendo el lapso entre turnos de corte con respecto al resto del mundo.
Argentina ofrece otra ventaja comparativa: el bajo precio de las tierras en relación al de países como Brasil y Chile, lo que sumado a la velocidad de crecimiento posibilita tasas de retorno superiores y períodos de repago más rápidos.
Nuestro país ofrece una vasta masa de tierras vírgenes y la posibilidad de adquirir grandes extensiones de las mismas. La superficie apta para la explotación forestal en Argentina es de aproximadamente 20 millones de hectáreas, de las cuales se explotan tan sólo 1,2 millones.
Sociedad y Medio Ambiente
La madera es un recurso renovable y sostenible. La forestación contribuye con la ecología y el cuidado del medioambiente disminuyendo la presión sobre los bosques nativos, que actualmente se encuentran seriamente amenazados. El bosque produce oxígeno y capta CO2.
La actividad foresto-industrial genera en la Argentina tres veces más puestos de trabajo que la industria automotriz en su conjunto.